lunes, 6 de junio de 2005

La creación del hombre según Sócrates

Uno de los diálogos platónicos más conocidos es Banquete. Como en todos los diálogos de Platón, el protagonista es su maestro, Sócrates quien, según el relato, había compartido hasta la madrugada con algunos distinguidos comensales, todos ellos distinguidos ciudadanos de Atenas.
La capacidad del fundador de la filosofía occidental de beber grandes cantidades de alcohol sin verse afectado era legendaria. Al final, ya muy de madrugada, sólo quedaban en pie el maestro, el comediógrafo Aristófanes y el sofista Protágoras.
Socrates relató a sus acompañantes uno de los mitos griegos sobre la creación del hombre y la mujer.
Contaba la historia que los dioses quisieron al comienzo crear un mundo completamente feliz. Para eso crearon seres que, por un lado presentaban cuerpo y rostro de hombre y, por el otro, cuerpo y rostro de mujer. Con cuatro piernas y cuatro brazos, eran rápidos y fuertes, así que las fieras no los podían dañar. Con tales capacidades, podían obtener fácilmente los frutos de la tierra y compartirlos y administrarlos sabiamente con sus semejantes. Sin necesidades urgentes, podían dedicar largas horas a reflexionar y además tenían la ventaja de dialogar y compartir sus pensamientos siempre, al menos, con otra persona y grande era su suerte, porque lo hacían con la persona que amaban. Porque nunca estaban solos, pues eran dos en uno, se amaban a sí mismos y siempre estaban acompañados de quien amaban. Y como amaban tanto a quien compartía con ellos su existencia, amaban también al resto de los seres como ellos, a los animales, a las plantas, a los dioses. Amaban a toda la vida.
Pero los dioses sintieron envidia y los separaron por la mitad, en medio de grandes dolores y los expulsaron de su país paradisíaco hacia los cuatro puntos cardinales.
De esa dolorosa separación quedó una cicatriz en el vientre, que llamamos ombligo.
Desde entonces, los dioses condenaron a los hombres y a las mujeres a ser infelices, a no ser que encontraran su otra mitad.