viernes, 3 de julio de 2015

Hace 75 años. 21 de junio de 1940. Segunda Guerra Mundial

Hace 75 años
21 de junio de 1940

Segunda Guerra Mundial

El día 15, se inicia la evacuación de tropas aliadas desde los puertos del occidente de Francia, conocida como “Operación Ariel”. Menos conocida y menos dramática que la evacuación desde Dunquerque, Ariel significó salvar más de 190.000 soldados aliados de la muerte o el cautiverio; sin embargo, al igual que en Dunquerque, los anglo-franceses perdieron casi todo su equipo.

El 16, asume como Primer Ministro de Francia el retirado mariscal Henri Philippe Pétain, héroe de la defensa de Verdún durante la Primera Guerra Mundial.

El 17, una formación de “Junkers Ju-88" hunde el trasatlántico “RMS Lancastria”, mientras transportaba tropas evacuadas desde Francia, como parte de la Operación Ariel. Como resultado, se pierden más de 3.000 vidas. Ese mismo día, los soviéticos invaden los pequeños estados bálticos de Estonia y Letonia; al día siguiente, es el turno de Lituania. Los estados totalitarios —comunistas y nazis— expanden la sombra de la tiranía sobre los pueblos libres de Europa…

El día 18, el general Charles de Gaulle forma en Londres el Comité Francés de Liberación Nacional, que se constituye como gobierno de Francia en el exilio. Durante los días 20 y 21, el gobierno del mariscal Pétain inicia negociaciones de paz con los alemanes y los italianos. Estos últimos invadieron Italia durante los últimos días de la campaña, pero tuvieron un desempeño muy pobre frente a las tropas francesas que defendían los Alpes. En respuesta a la agresión italiana, unidades de superficie de la “Marine Nationale” y aviones navales franceses atacan Bardia, en la Libia italiana, y Tarento y Livorno en el territorio metropolitano de Italia.

La catastrófica derrota de los Aliados en la campaña francesa de 1940 produjo muchos mitos, que han sido aceptados incluso por prominentes historiadores. Uno de los más difundidos fue la supuesta invencibilidad de los “Panzer” alemanes. Para muchos, la imagen de la invasión alemana a Francia consiste en miles de gigantescos tanques alemanes, arrollando a la infantería enemiga y a los anticuados modelos de tanques franceses y británicos, que opusieron una resistencia tan heroica, como fútil.

Sin embargo, la realidad de las divisiones acorazadas alemanas estaba lejos de la imagen proyectada por la propaganda. Los dos primeros modelos construidos por Alemania luego del ascenso de Hitler al poder, en abierta violación del Tratado de Versalles, fueron el “Panzer I” y el “Panzer II” (“Panzer” deriva de “Panzerkampfwagen”, “vehículo blindado de combate” en alemán). Su armamento y blindaje permitían clasificarlos como poco más que tanquetas y, en todo caso, eran incapaces de derrotar frontalmente y sin apoyo a la mayoría de los tanques aliados, mucho mejor protegidos y armados. Los “Panzer I y II” equivalían a casi dos tercios de los tanques alemanes que invadieron Francia en mayo de 1940.

Con el “Panzer III”, concebido especialmente para destruir tanques enemigos, ya empezamos a hablar más seriamente. Estaba mejor blindado que sus predecesores y tenía un auténtico cañón de 37 mm sobre su torreta que, sin embargo, probó ser muy inefectivo contra los tanques medianos y pesados franceses y británicos. De todos modos, con tripulaciones bien entrenadas, el “Panzer III” podía ser peligroso. El “Panzer IV” era el diseño alemán más reciente y su más que respetable blindaje lo convertía en un adversario difícil de detener. Sin embargo, su cañón de 75 mm era poco preciso e inadecuado para destruir otros tanques medianos y pesados. Los “Panzer III y IV” apenas superaban las 600 unidades al iniciarse la Batalla de Francia.

A un año de iniciarse la guerra, era claro para los generales alemanes que sus tanques eran ampliamente superados en número y calidad por los tanques aliados. La anexión de Checoslovaquia, permitida por la miopía de las democracias occidentales en 1938, dio a los alemanes acceso a la considerable fuerza blindada del desaparecido ejército checoslovaco y a la moderna planta “Skoda”, donde se fabricaban los dos modelos de origen checo que usó la “Wehrmacht” en Francia: el “Panzer 35(t)” y el “Panzer 38(t)”, que sumaban poco más de 300 unidades al inicio de la ofensiva en el Oeste. Al igual que los “Panzer III y IV”, los blindados checos eran aceptablemente buenos, pero eran inferiores a sus similares franceses y británicos en muchos aspectos clave.

Esta desigual fuerza es la que constituía a las “Panzerdivisionen”. En los meses de mayo y junio de 1940, los alemanes lanzaron a la batalla un total de 2.439 tanques (si aplicamos este calificativo a los “Panzer I y II” que no lo merecen del todo), para enfrentar a casi 4.000 tanques aliados, más numerosos, más modernos y mejor armados ¿Por qué, pues, tantos han aceptado sin demasiada crítica el mito de la invencibilidad de los “panzer”? Por un lado, los mismos alemanes alimentaron la leyenda, como una forma de asustar a británicos, rusos y estadounidenses. La idea era que la población civil del Reino Unido se imaginara prontamente invadida por incontables tanques, de proporciones y características que harían inútil cualquier resistencia. Del mismo modo, esta leyenda podía persuadir a Stalin de mantenerse fiel a su alianza con los nazis y podía disuadir a los norteamericanos de intervenir en la guerra. Para los comandantes y gobiernos aliados, en tanto, el mito de los imparables “panzer” les otorgaba una excelente excusa para justificar una derrota tan inesperada y rápida, como humillante. Si los ejércitos combinados de Francia y Gran Bretaña habían sido aplastados por el Ejército Alemán, querían pensar que aquello se debía a que nadie podría haber detenido a la “Wehrmacht”. Era una forma de tranquilizar la conciencia y no quedar tan mal parados frente a la historia, aunque era una versión del todo inexacta de los hechos.

En la fotografía, una versión temprana del “Panzer IV”, posiblemente el mejor modelo del que disponían los alemanes al inicio de la guerra. Su cañón corto resultaba más apropiado para apoyar a la infantería, que para derrotar fuerzas blindadas enemigas. Sin embargo, recibió muchas mejoras durante la guerra y terminó convirtiéndose en el tipo de tanque más numeroso de las “Panzerdivisionen”, con más de 8.500 unidades salidas desde las líneas de producción entre 1936 y 1945.

Imagen tomada de http://i1167.photobucket.com/albums/q638/Cocinilla73/Panzer%20IV/Bundesarchiv_Bild_14


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