Hace 75 años. 2 de octubre de 1941. Segunda Guerra Mundial
Hace 75 años
2 de octubre de 1941
Segunda Guerra Mundial
El 27 de septiembre de 1941 será recordado en Gran Bretaña y en Estados
Unidos como el “Día de la Flota de la Libertad”, por haberse lanzado en esta
fecha las primeras unidades de los “Emergency Cargo”, es decir, “Cargueros de
Emergencia”. En 1940, los británicos habían ordenado la construcción de 60
cargueros de la clase “Ocean”, para reemplazar las crecientes pérdidas sufridas
en el marco de la Batalla del Atlántico. La obligada improvisación de las circunstancias
de la guerra, el hecho de no poder contar con los mercantes franceses desde
junio de 1940 y las pérdidas causadas por la marina alemana empujaron a
británicos y norteamericanos a usar casi cualquier cosa que pudiera flotar para
llevar suministros a la apurada Gran Bretaña, cuya sobrevivencia dependía
decisivamente de la mantención de las rutas marítimas.
El primer “Ocean” fue lanzado el 16 de agosto de 1941, con el nombre “SS
Ocean Vanguard”. Un total de 60 naves de esta clase fueron completadas y usadas
durante el conflicto. El mismo año 1941, la Comisión Marítima de Estados Unidos
ordenó la modificación del diseño de los “Ocean”, para adaptarlo a los
estándares de fabricación norteamericanos, así
como para hacerlo más simple y barato de construir. El resultado de la
adaptación sería el “Emergency”, posiblemente el tipo de buque de carga más
célebre de la historia y que sería más conocido por sus nombres de “Liberty” o
“Victory”. Fueron completados 2.710 cargueros de la clase durante la guerra,
sumando el trabajo de 18 astilleros norteamericanos, que demoraban menos de un
mes entre la colocación de la quilla y la entrega de la nave para su uso. Todo
un símbolo de la riqueza y capacidad industrial del capitalismo estadounidense.
Por el momento, la “Operación Barbarroja” es escenario de las luchas más
intensas. Pero en el Mediterráneo la contienda también es enconada. El 26 de
septiembre, el submarino británico “HMS Tetrarch” hunde el carguero italiano
“Citta di Bastia”, cuando viajaba desde El Pireo hacia Creta. Ese mismo día, un
nuevo convoy británico llega, desde Alejandría, hasta la asediada Tobruk. El
27, el acorazado británico “HMS Nelson” recibe el impacto de un torpedo,
disparado desde un Savoia-Marchetti S.M.79 “Sparviero” (“Gavilán”) de la “Regia
Aeronautica Italiana”. El Sparviero fue un bombardero-torpedero muy efectivo y
llegó a ser un arma temida por las tripulaciones británicas. Como resultado del
ataque del 27 de septiembre, el “Nelson” tuvo que someterse a reparaciones de
emergencia, que lo dejaron fuera de los mares hasta abril de 1942. Otra vez, un
solo avión, con un solo torpedo bien apuntado, deja fuera de combate a un buque
capital. El poderoso acorazado formaba parte de la escolta de un convoy
dirigido a abastecer Malta que, no obstante el ataque italiano, pudo llevar
hasta su destino los ansiados abastecimientos.
En el Frente Ruso, las primeras nevadas no han quitado la iniciativa a
los alemanes, que siguen obteniendo victorias espectaculares. El 26 de
septiembre, unidades navales alemanas, entre las que se incluye el acorazado
“Tirpitz”, zarpan hacia las islas Aaland, en el Báltico, para prevenir
movimientos de la Flota Roja del Báltico. Este mar, hasta el final de la
contienda, fue un “lago” alemán. Las bases navales rusas estuvieron muy
comprometidas por el avance de las tropas invasoras en tierra y sus buques
nunca estuvieron a salvo de los bombarderos alemanes, a pesar de la
superioridad numérica de la que teóricamente gozaba la aviación soviética en el
área.
En las aguas del Ártico, en cambio, los modestos medios de la
“Kriegsmarine” no pudieron amenazar seriamente el dominio naval
anglo-soviético. El 29 de septiembre de 1941, desde Hvalfjörður, Islandia, parte
el primer convoy aliado con suministros para la URSS, usando la ruta del Ártico
hacia el puerto de Murmansk, donde desembarcaría, pocos días después, 120.000
toneladas de pertrechos, incluyendo 600 tanques y 800 aviones. Hasta el fin de
1941, otros cinco convoyes llegaron hasta Murmansk, sin que los alemanes
pudieran dañar uno solo de los cargueros o buques escolta. El poderío
industrial de los Aliados empieza a imponerse sobre una Alemania que tiene los
mejores soldados del mundo, pero que lucha contra el reloj y no controla las
rutas marítimas principales, además de carecer de acceso a muchas materias
primas críticas, especialmente petróleo.
El 2 de octubre, los alemanes lanzan la “Operación Tifón”, nombre en
clave dado a lo que Hitler y sus generales esperaban que fuera el asalto final
sobre Moscú. Dos días antes, adelantándose al resto de las fuerzas, el Grupo
Panzer del general Heinz Guderian había iniciado el avance hacia la capital
soviética. Entre octubre y diciembre de 1941, el Grupo de Ejércitos Centro de
la “Wehrmacht” jugará su última carta para intentar ganar la campaña rusa antes
de que llegue lo peor del invierno de 1941.
En el sur del Frente Ruso, la Batalla de Kiev puede darse por terminada
el 26 de septiembre. Agotados los suministros, se rinden las tropas soviéticas
que seguían luchando en la gigantesca bolsa, formada alrededor de la capital
ucraniana. Para los soviéticos, Kiev fue una derrota de proporciones
catastróficas. Más de 600.000 soldados rusos murieron, fueron heridos o fueron
hechos prisioneros, la mayoría de los cuales no sobreviviría el invierno de
1941 en los campos de concentración alemanes. Cuatro ejércitos fueron
volatilizados, con la pérdida de miles de tanques, piezas de artillería y
aviones. El enorme y poderoso “Frente Suroeste” fue completamente destruido y,
entre las bajas, se contaba su mismísimo comandante, coronel general Mijail
Kirponos, que cayò en acción.
La guerra en el Este va cobrando inusitada rudeza. La población civil
sufre mucho, atrapada en el choque de las dos peores tiranías ideadas por la
maldad humana: nazismo y comunismo marxista. Con los alemanes llevando la
delantera, los judíos son uno de los grupos que más sufre. El 29 y 30 de
septiembre de 1941, se produce la matanza de Babi Yar, cerca de Kiev. La ciudad
estaba bajo control alemán desde el día 19. Entre el 20 y el 28, explosivos
plantados por la NKVD (la policía política soviética) para dificultar la
ocupación alemana, causaron mucho daño en la ciudad. En una de las explosiones,
se vio afectado el cuartel general del Grupo de Ejércitos Sur Alemán. Como
represalia, el gobernador militar de Kiev, general Kurt Eberhard, y el general
de las SS, Friedrich Jeckeln, acordaron exterminar a todos los judíos
residentes. Las matanzas fueron llevadas
a la práctica por unidades al mando del coronel de las SS, Paul Blobel, y del
brigadier general de las SS, Otto Rasch, con la colaboración de unidades
regulares del 6º Ejército Alemán.
Los judíos de la ciudad fueron reunidos bajo el pretexto de
reasentamiento. Una orden fue difundida por toda la ciudad, bajo apercibimiento
de dispararse a cualquier judío que fuera sorprendido en la ciudad, sin haberse
presentado en el lugar de reunión establecido, a las 8.00 de la mañana del 29
de septiembre. Ese día, llegaron más de 30.000 personas, que fueron obligadas a
abandonar todas sus posesiones, incluyendo la ropa que llevaban puesta. Se les
condujo hasta las cercanías del barranco de Babi Yar, donde fueron ejecutadas
de la manera más salvaje. Cuando las víctimas oían los disparos y se daban
cuenta de lo que pasaba, ya era demasiado tarde para intentar escapar. Apenas
se sabe de 29 sobrevivientes, entre ellos, Dina Pronicheva, que se abrió camino
entre la montaña de cadáveres y de personas heridas que, como ella, fueron
enterradas vivas en el barranco. Luego de la guerra, Dina sería testigo de la
fiscalía en juicios por crímenes de guerra y relataría el horror de Babi Yar.
Por desgracia, 33.771 judíos no tuvieron la suerte de Dina ese día y
fueron salvajemente asesinados.
En la fotografía, el monumento erigido en el lugar de la tragedia a la
memoria de las víctimas de la masacre de Babi Yar
Etiquetas: Guerras Mundiales, Historia
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