lunes, 15 de agosto de 2016

Hace 100 años. 14 de agosto de 1916. Primera Guerra Mundial

Hace 100 años
14 de agosto de 1916
Primera Guerra Mundial

El 8 de agosto de 1916, Portugal decide ampliar a Europa su colaboración militar con la Entente. La determinación de Lisboa resultaría en la creación del “Corpo Expedicionário Português”, que llegaría a alinear 55.000 hombres luchando en Francia. Además del “CEP”, los portugueses también desplegaron una unidad más pequeña, conocida como “Corpo de Artilharia Pesada Independente”, destinada a operar piezas de muy alto calibre, montadas en líneas férreas, bajo mando francés.

Las tropas portuguesas ya luchaban en África, donde colaboraban con los efectivos coloniales británicos, franceses y belgas en  reducir la porfiada resistencia de las fuerzas coloniales alemanas y sus “askaris”. Al ofrecer efectivos también para Francia, el Gobierno Portugués quería asegurarse el apoyo de las grandes potencias para que, una vez concluida la guerra, no existiera la tentación de despojar a Portugal de su imperio africano, como se había propuesto en alguna ocasión antes de 1914. Portugal estaba lejos de ser una potencia y sus días de gloria habían pasado hacía siglos, sin embargo, en gran parte, gracias al permanente apoyo británico, se las había arreglado para conservar un Imperio colonial, que era el cuarto en extensión. La Entente, a la larga, ganó la guerra y Portugal conservó sus colonias, pero el envío de hombres causó gran descontento en la población, que no veía con buenos ojos que sus jóvenes fueran masacrados para defender Francia y que se dilapidaran los recursos del país en una aventura militar, que tenía más de búsqueda de imagen política, que de resultados prácticos concretos.

El 9 de agosto, Gorizia, en el Valle del Isonzo, cae en poder de los italianos, que la arrebatan a los austriacos. La ofensiva italiana, que es ya la sexta de las planteadas en el frente del Isonzo, es de las más exitosas planteadas hasta ahora por el alto mando de Roma. Con los austriacos muy presionados por la ofensiva rusa en el Este, el “Regio Esercito” aprovecha de avanzar y establecer una cabeza de puente sobre el río que, sin embargo, no es aprovechada del todo. Al final, el empuje inicial de la ofensiva se va a diluir en la escasa explotación de los éxitos de los primeros días.

Los italianos también están activos en Grecia. El 12 de agosto, desembarca en Salónica la 35ª División del “Regio Esercito”, que pasará a denominarse “Corpo di Spedizione Italiano in Macedonia”, mandado por el general Carlo Petitti di Roreto. Los efectivos italianos se incorporaron así a los “Armées Alliées en Orient”, los “Ejércitos Aliados en Oriente”, comandados por el general francés Maurice Sarrail, que mantendrán la presencia de la Entente en Los Balcanes, a pesar de la caída de Serbia, de las convulsiones internas de Grecia y de la fallida entrada de Rumania en la contienda.

En el Frente Occidental, la carnicería sigue concentrada en las dos grandes batallas de Verdún y del Somme.

En Verdún, los franceses han pasado a la ofensiva, aprovechando que los alemanes todavía no se han podido acomodar a estar sosteniendo las dos grandes batallas de manera simultánea. Por el momento, los alemanes aguantan bien y la ganancia de terreno del Ejército Francés no es significativa, si consideramos el importante sacrificio en bajas que significan estos ataques.

En tanto, en el frente del Somme, se está desarrollando la llamada Batalla de Delville Wood. Lo más duro de esa operación ha pasado y el frente permanece estable. El mayor sacrificio de la lucha en Delville Wood fue soportado por los sudafricanos al servicio del Imperio Británico. La 1ª Brigada de Infantería Sudafricana, que entró a las zonas boscosas con 3.153 efectivos, salió de la zona (que ya no era boscosa, porque la artillería no había dejado un solo árbol en pie) con apenas 780 hombres.  A pesar de que escoceses e ingleses también lucharon en Delville Wood, el precio en sangre pagado por los sudafricanos fue tan alto, que el sector fue convertido en el Memorial Nacional Sudafricano de Delville Wood. Uno de los elementos más llamativos del memorial es un alto pedestal, coronado con la imagen de un caballo de guerra, flanqueado por los legendarios gemelos Cástor y Pólux, que representan a las dos razas que conformaban el contingente sudafricano: ingleses y afrikáneres.

En la fotografía, el cementerio de guerra de Delville Wood, donde descansan eternamente los restos de miles de soldados que rindieron sus vidas defendiendo a sus banderas.






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