Hace 75 años. 20 de noviembre de 1941. Segunda Guerra Mundial. La “Commonwealth” golpea en África
Hace 75 años
20 de noviembre de 1941
Segunda Guerra Mundial
La “Commonwealth” golpea en África
El 14 de noviembre de 1941, la presencia naval británica en el
Mediterráneo sufre un rudo golpe. El portaaviones “HMS Ark Royal” no consigue
recuperarse de los daños que había sufrido el día anterior y se hunde frente a
Gibraltar. La nave había lanzado una agrupación de cazas “Hawker Hurricane”
hacia Malta, para reforzar la defensa de la isla, tras lo cual fue alcanzada
por un torpedo, lanzado desde un submarino alemán. Ese mismo día 14, los
británicos envían varios cargueros que disfrazan de barcos españoles, italianos
y franceses, sin escolta, con suministros para Malta. Al mismo tiempo, los
transportes “Empire Defender” y “Empire Pelican” son enviados a socorrer la
isla con sus pertrechos. Sin embargo, el “Pelican” es hundido por la acción de
un torpedero italiano “SM.79 Sparviero”.
El 15 de noviembre, los alemanes reanudan su avance hacia Moscú. Los
Grupos “Panzer” 1, 2 y 3, acompañando a los Ejércitos 2º, 3º y 9º extienden las
pinzas para intentar cerrar una trampa sobre la capital soviética. Pero el
clima es aliado de la defensa. En algunos sectores, las temperaturas caen hasta
los -20º Celsius, congelando hombres y máquinas. Cada metro es conquistado por
los alemanes sólo tras grandes sacrificios. Además los rusos empiezan, por fin,
a pelear en serio. Todavía son muchas las descoordinaciones de un Ejército Rojo
muy desorientado, que se enfrenta a la mejor fuerza militar del mundo; pero
Moscú será el lugar y el momento de la primera recuperación soviética, aunque
sea sólo para evitar la derrota total. El 17 de noviembre, estas tropas
germanas que atacan hacia Moscú, se encuentran luchando, por primera vez,
contra tropas de refresco venidas desde el Asia Central; se trata de la 44ª
División de Caballería, que hostiga las líneas artilleras germanas. La URSS ha
perdido millones de soldados, pero todavía tiene reservas, que parecen
inagotables.
En el norte del gigantesco Frente Oriental, el 19 de noviembre, el
general soviético Feofan Lagunov conduce sin contratiempos un vehículo blindado
de reconocimiento “M1”, de fabricación estadounidense, sobre las congeladas
aguas del Lago Ladoga, que prueban ser lo bastante resistentes para que puedan
pasar camiones con suministros hasta la guarnición que resiste el asedio alemán
en Leningrado. Al sur, sin embargo, las cosas siguen yendo mal para los
soviéticos, que pierden la importante ciudad de Rostov el 20 de noviembre.
El 17 de noviembre, el coronel general Ernst Udet, Director General de
Armamento Aéreo, acaba con su vida, disparándose a sí mismo. Había sufrido
varios meses de enfermedad, depresión y tensiones, al ver cómo las pérdidas de
su amada “Luftwaffe” aumentaban, sin que se viera cerca la victoria final. Udet
había sido el segundo “as” alemán de la Primera Guerra Mundial, sólo superado
por el “Barón Rojo” en cantidad de victorias. Ese mismo día, otro célebre
comandante alemán vio su vida amenazada: el general Erwin Rommel. Una
agrupación de comandos británicos había sido dejada tras las líneas enemigas
por dos submarinos, con la misión de capturar o matar al “Zorro del Desierto”.
La audaz operación estuvo condenada desde el principio. Las malas condiciones
del mal impidieron desembarcar a todos los comandos. De los 36 que lograron tocar
tierra, sólo dos regresaron con vida hasta las líneas británicas; el resto
murió o fue tomado prisionero. Además, los británicos tenían la información de
que Rommel estaría ese día en Sidi-Rafa, Libia, pero la inteligencia falló y no
habrían conseguido su objetivo, que estaba en otra parte, incluso si hubieran burlado
la vigilancia alemana.
El 18 de noviembre, el 8º Ejército Británico lanza la “Operación
Crusader”, cuyo objetivo era levantar el asedio de Tobruk y destruir las
fuerzas del Eje estructuradas en torno al “Afrika Korps” alemán. El último
intento aliado de relevo de Tobruk había sido la fracasada “Operación
Battleaxe”, de junio de 1941, que costó la salida del general Archibald Wavell,
reemplazado por el general Claude Auchinleck como nuevo comandante de las
fuerzas aliadas en el Norte de África. La ofensiva sería llevada a cabo por dos
grandes unidades. El 30º Cuerpo, bajo el mando del general Willoughby Norrie,
estaba formado por la 7ª División Blindada, la 1ª División de Infantería
Sudafricana y la 22ª Brigada de Guardias. En tanto, el 13er Cuerpo,
mandado por el general Reade Godwin-Austen,
alineaba la 4ª División de Infantería India, la 2ª División Neozelandesa
y la Brigada de Tanques del 1er Ejército.
El 8º Ejército de Auchinleck también contaba con la presión que pudiera
ejercer la guarnición de Tobruk, que incluía la 32ª Brigada de Tanques, la 70ª
División de Infantería Británica, la Brigada Polaca de los Cárpatos y el 11er
Batallón Checo de Infantería. Estas unidades habían llegado a Tobruk en el
curso de las últimas semanas, para relevar a la 9ª División de Infantería
Australiana, que había sido transferida. La única formación australiana que
quedaba en el puerto-fortaleza al momento de iniciarse “Crusader” era la 20ª
Brigada.
Bloqueando el camino de las fuerzas de la “Commonwealth”, estaba el
“Grupo Panzer África”, con la 15ª y 21ª Divisiones “Panzer”, la 90ª División de
Infantería Ligera alemana, la 55ª División de Infantería Italiana “Savona” y el
21er. Cuerpo Italiano, que agrupaba cuatro divisiones de infantería.
Rommel podía contar también con el 20º Cuerpo Motorizado Italiano, que
consistía de la 132ª División Blindada “Ariete” y la 101ª División Motorizada
“Trieste”. La mayor parte de las fuerzas del Eje estaban cerca de o alrededor
de Tobruk, pues el general Rommel estaba preparando un ataque mayor sobre el
puerto en torno al 24 de noviembre.
Antes de que amaneciera el 18 de noviembre, el 8º Ejército Británico
inició su avance desde Mersa Matruh, en Egipto, hacia la frontera libia con la
7ª División Blindada como punta de lanza. Las fases iniciales de la ofensiva
tendrían que haber recibido el apoyo de 724 aviones que, sin embargo, tuvieron
que quedarse en tierra, debido a un inesperado frente de mal tiempo que, por otro
lado, impidió a los aparatos alemanes de reconocimiento recoger buena
información para los mandos ítalo-germanos. La ofensiva también recibió el
apoyo de los buques británicos y australianos, que bombardearon las posiciones
del Eje desde el primer día de la operación.
Los momentos más dramáticos de la operación estarían marcados por las
grandes batallas de tanques, protagonizadas por los “Panzer II”, “Panzer III” y
“Panzer IV” alemanes, y los “Fiat-Ansaldo M13/40” italianos, del lado del Eje.
Las fuerzas acorazadas de la “Commonwealth” habían experimentado alguna
renovación antes de la batalla, con la adición de tanques ligeros “M3 Stuart”,
de fabricación estadounidense, acompañando a lo que quedaba de los modelos
británicos más antiguos, representados por la gama de “Cruisers” y los
robustos, pero muy lentos, “Matilda”. A esta mixtura, los británicos habían
añadido el “Crusader A15”, un nuevo modelo de tanques, que ya había luchado en
la “Operación Battleaxe” de junio de 1941. El “Crusader”, a pesar de presentar
muchos problemas técnicos, fue relativamente exitoso contra los tanques
alemanes e italianos, al contar con mejor movilidad y mayor potencia de fuego.
De todos modos, el modelo no vio acción de combate más allá del teatro de
operaciones Norteafricano, aunque el chasís fue usado posteriormente para
vehículos de comunicaciones, antiaéreos, de observación y otros blindados
similares de propósito especial.
En la fotografía, un “Crusader” pasa frente a los restos humeantes de un
“Panzer IV” alemán.
Etiquetas: Guerras Mundiales, Historia
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