martes, 1 de diciembre de 2015

Hace 100 años. 29 de noviembre de 1915. Primera Guerra Mundial

Hace 100 años

29 de noviembre de 1915
Primera Guerra Mundial

Entre el 22 y el 25 de noviembre de 1915, se desarrolla la Batalla de Ctesifonte, en el teatro de operaciones mesopotámico. A pesar de repetidos asaltos a las posiciones turcas que defienden la antigua capital de los partos y los sasánidas, las tropas indias y europeas del Imperio Británico deben retirarse hacia Kut, hasta donde serán perseguidos por los otomanos, que retoman la iniciativa. Fue ésta una de las primeras victorias significativas obtenidas por los turcos en la campaña del Medio Oriente.

En Serbia, los Imperios Centrales prosiguen su avance en estos últimos días de noviembre. Las tropas defensoras, muy superadas en número y material, son incapaces de detener la invasión. Franceses y británicos intentan aliviar en algo la presión atacando desde Salónica, pero no tienen la suficiente cantidad de tropas como para hacer una diferencia frente al grueso de los ejércitos de Bulgaria, Alemania y Austria-Hungría. Si las cosas siguen así, es cuestión de tiempo para que toda Serbia sea ocupada militarmente por sus enemigos.

En los Alpes, el “Regio Esercito Italiano” ocupa Rovereto, en el Trentino, en uno de los pocos éxitos que consiguen los italianos en esta nueva ofensiva lanzada contra los defensores austro-alemanes. El frente alpino, en general, sin embargo, varía poco y es muy arduo para los italianos vencer el formidable obstáculo que presentan los Alpes, sobre todo si es defendido por las aguerridas tropas de montaña alemanas y austriacas.

En el Norte de África, los británicos inician la campaña contra los Senussi. Los Senussi son una de las órdenes en que se divide el Sufismo, una corriente mística y espiritualista desarrollada dentro del Islam, que se implantó como uno de los principales grupos tribales de Libia. Antes de la Primera Guerra Mundial, habían estado ocasionalmente en conflicto con Francia y con Italia, cuando esta última arrebató Libia a los turcos otomanos en 1911 y la convirtió en parte de su imperio colonial.

Agentes alemanes y otomanos convencieron al Gran Senussi, Ahmed Sharif es Senussi, de declarar la yihad o Guerra Santa contra los británicos y sus aliados, de modo que esperaban que los senussi hostigaran Egipto desde el oeste, mientras los turcos, apoyados por los alemanes, mantenían la presión sobre el Sinaí y el Canal de Suez, desde el este. Los incidentes entre tropas británicas y guerreros senussi llevaban meses produciéndose, pero los británicos, hasta el momento, habían preferido ignorar las provocaciones, toda vez que estaban negociando con el Jerife de La Meca para impulsar una rebelión árabe contra los turcos y no deseaban perder las simpatías del mundo musulmán. Sin embargo, el 23 de noviembre, los británicos tuvieron que evacuar el puesto de Sollum, bajo el ataque de los senussi, que ya habían cruzado la frontera libio-egipcia abiertamente en armas.

Los británicos tuvieron que empeñar una campaña que duraría hasta inicios de 1917, en la misma zona fronteriza de la costa norteafricana que, 25 años más tarde, sería escenario del enfrentamiento entre el “Afrika Korps” de Rommel y el VIII Ejército de Auchinleck y Montgomery. Durante la Primera Guerra Mundial, sin embargo, a diferencia de lo que ocurriría en la Segunda, Gran Bretaña tenía a Italia como aliada y no como enemiga, Francia estaba activa apoyándola en el Mediterráneo y no tenía al frente a los tanques del genial “Zorro del Desierto”.

Eventualmente los Aliados y los senussi convinieron un acuerdo de paz en 1917. Con la llegada de Mussolini al poder después de la guerra, en 1922, el conflicto con los italianos se reactivó y no se detuvo hasta 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando los italianos, ahora enemigos de los británicos, firmaron un armisticio con éstos, luego de derrocar a “Il Duce”. La Orden Senussi fue muy importante en la descolonización de Libia, al punto de que su líder se convirtió en monarca del país en 1951, con el nombre de Idris I. El Rey Idris estuvo en el trono hasta que Muammar Gaddafi lo depuso mediante un golpe de estado en 1969 y murió en el exilio. En medio del desorden y la guerra civil que siguieron a la caída de Gaddafi en 2011, muchas veces se ha planteado la posibilidad de reinstaurar la monarquía como una forma de dar sentido de unidad a Libia e incluso la bandera que se adoptó luego del derrocamiento de Gaddafi corresponde a la usada por el régimen monárquico hasta 1969. No obstante, ha sido una de las tantas propuestas que se han puesto sobre la mesa para detener la violencia y la anarquía en Libia, cuyo gobierno es disputado por dos gobiernos rivales y por otras facciones que han intentado aprovechar la situación, como el “ISIS”.

En la fotografía, una columna senussi en marcha por el desierto, en algún momento entre 1915 y 1917.



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