sábado, 7 de mayo de 2016

Hace 75 años. 8 de mayo de 1941. Segunda Guerra Mundial

Hace 75 años
8 de mayo de 1941
Segunda Guerra Mundial

En el Atlántico, los Aliados y el Eje no se dan tregua. Navíos de ambos bandos son dañados o hundidos en estos días de mayo, aunque el balance de 1941, hasta la fecha, es peor para Gran Bretaña y sus aliados que para sus enemigos. El 8 de mayo, la captura de una máquina encriptadora “Enigma”, rescatada desde el submarino alemán U-110, capturado por la “Royal Navy”, será de gran ayuda para los servicios de inteligencia británicos.

En los cielos, alemanes y británicos devuelven golpe por golpe. Mientras Liverpool soporta siete noches seguidas de ataque aéreo, el 8 de mayo de 1941, un total de 359 aparatos de la “RAF” bombardean Hamburgo y Bremen, en Alemania. La “Luftwaffe” no puede decidir la batalla aérea contra los británicos y cada vez le cuesta más trabajo defender sus ciudades de la aviación enemiga. La entrada de Estados Unidos en la guerra aérea sobre Europa va a suponer una catástrofe para las ciudades y la población civil alemana.

El 5 de mayo de 1941, Haile Selassie, “Negus” de Etiopía, entra en su capital, Addis Abeba, cinco años después de haber sido obligado a huir por los invasores italianos. Las cosas han cambiado mucho desde entonces; los italianos en Etiopía ahora están a la defensiva, aislados y sin posibilidad de recibir suministros o refuerzos. La campaña en Etiopía está cerca de terminar con una victoria aliada y el efímero imperio africano de Mussolini se va desmoronando. Sólo en el norte del continente africano, gracias a la ayuda de Rommel y su “Afrika Korps”, las tropas italianas han sabido lo que es el avance en el último tiempo. En todo caso, ese avance se ha visto frenado por la escasez de abastecimientos y por la porfiada resistencia ofrecida por los defensores de Tobruk. Los alemanes, conscientes de que su ritmo de avance ha disminuido drásticamente, deciden concentrarse en mantener el asedio sobre el puerto-fortaleza y renunciar, por el momento, al avance decisivo sobre El Cairo y el Canal de Suez. El 5 de mayo, los destructores australianos “HMAS Voyager” y “HMAS Waterhen” se convierten en los primeros navíos que llegan con suministros para la guarnición de Tobruk, luego de iniciarse el asedio por parte de las tropas germano-italianas. El mundo presenciará un reñido duelo entre las marinas del Imperio Británico, que tratan de mantener el vínculo de Tobruk con el exterior, y la aviación alemana, que intenta cortarlo.

El 2 de mayo de 1941, con un ataque aéreo preventivo por parte de los británicos, estalla la llamada Guerra Anglo-Iraquí. El Reino de Irak había sido parte del Imperio Otomano hasta la derrota de éste en la Primera Guerra Mundial. Desde el final de la Gran Guerra y hasta 1932, Irak fue gobernado por Gran Bretaña, bajo la modalidad de un mandato de la Sociedad de Naciones. En 1932, Irak obtuvo su independencia del Imperio Británico, aunque fue obligado a firmar el Tratado Anglo-Iraquí de 1930, por el que se mantenían una serie de ventajas para el gobierno británico, incluyendo el permiso de establecer bases militares y la obligación de proveer todas las facilidades necesarias para el movimiento de tropas británicas a través de Irak. Las condiciones de tratado, destinado a proteger los intereses británicos en el petróleo iraquí, hacían sentir a muchos iraquíes que, de hecho, Irak seguía dependiendo de Londres y que su independencia era sólo nominal.

Desde 1937 en adelante, no hubo tropas británicas estacionadas en Irak. De acuerdo con el tratado de 1930, la “RAF” podía mantener dos bases aéreas, “RAF Shaibah”, cerca de Basora, y “RAF Habbaniya”, cerca de Fallujah. La presencia de la aviación británica cumplía el doble propósito de proteger los pozos petroleros iraquíes para beneficio británico y mantener abierta la ruta áerea entre el Canal de Suez y la India.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, el Gobierno Iraquí rompió relaciones diplomáticas con Alemania inmediatamente. En marzo de 1940, el nacionalista y anti-británico, Rashid Alí, se convirtió en Primer Ministro, reemplazando a Nuri as-Said. Aunque no se atrevió a romper con Gran Bretaña, hizo contactos con Alemania, buscando un apoyo, en caso de tener que enfrentarse a los británicos. Fue muy significativo que, en junio de 1940, cuando Italia declaró la guerra al Reino Unido, Rashid Alí se negara a romper relaciones con Mussolini. Las victorias británicas sobre las tropas italianas en África, a fines de 1940 y comienzos de 1941, cambiaron el escenario político, obligando a Rashid Alí a dejar el gobierno en enero, siendo sustituido por Taha al-Hashimi.

Pero Rashid Alí volvió al poder el 1 de abril de ese mismo año, esta vez, mediante un golpe de estado. El regente, el Emir Abdallah, se refugió en la base británica de Habbaniya. Rashid Alí nombró un nuevo regente para el pequeño Rey Faisal y fue proclamado jefe del “Gobierno de Defensa Nacional”. De inmediato, se iniciaron los arrestos de políticos y ciudadanos pro-británicos. Los líderes nacionalistas confiaban en que el Imperio Británico estaba debilitado y preferiría negociar una salida pacífica, que significara aumentar la autonomía de Irak.

En la madrugada del 30 de abril, la base de Habbaniya recibió advertencias de movimiento de tropas iraquíes. Pocas horas después, esas mismas tropas ocupaban la meseta situada al sur de la base británica. Para el 1 de mayo, las tropas iraquíes presentes en el área se acercaban a 9.000 soldados y un número indeterminado de fuerzas tribales irregulares. Para el 1 de mayo, la escalada de ultimatos y preparativos hacía evidente que los iraquíes atacarían Habbaniya de un momento a otro, de modo que las fuerzas británicas presentes en Irak fueron autorizadas a recurrir a la fuerza, si era necesario. Convencidos de que el enfrentamiento con el gobierno iraquí era inevitable, el embajador, Sir Kinahan Cornwallis, y el vicemariscal del aire, H. G. Smart, convinieron en lanzar un ataque aéreo preventivo contra la meseta frente a la base al día siguiente, con el propósito de neutralizar la artillería iraquí que pudiera dañar la pista de la base, dejándola inservible.

Los iraquíes no contaban con que los británicos resistieran, de modo que el bombardeo supuso una desagradable sorpresa para el gobierno de Rashid Alí. Las acciones militares más importantes de las semanas siguientes se concentraron en los alrededores de Habbaniya, que era el lugar con la presencia más importante de recursos militares británicos. Por lo pronto, a los defensores de Habbaniya les tocaría soportar un asedio.

En la fotografía, un grupo de aviones “Hawker Hart” vuela en formación. Este anticuado biplano había sido construido en la década de 1920 como bombardero ligero. Al igual que casi todos los aparatos de la “RAF” estacionados en Irak, estaba muy obsoleto al momento de estallar la Segunda Guerra Mundial y había sido relegado a labores de segunda línea. La pericia de los pilotos británicos y el hecho de enfrentar a una aviación que tampoco estaba bien equipada, permitió que estas aeronaves cumplieran un papel destacadísimo en la guerra de Irak, a pesar de su antigüedad.




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