domingo, 2 de octubre de 2016

Hace 100 años. 2 de octubre de 1916. Primera Guerra Mundial

Hace 100 años
2 de octubre de 1916
Primera Guerra Mundial

En los Balcanes, los Imperios Centrales recobran la iniciativa que pudieron haber perdido con la entrada de Rumania en la guerra. La alianza con Rumania fue un gran éxito diplomático para la Entente, pero dicha alianza no tenía la capacidad de asistir adecuadamente a su nuevo asociado. Rumania esperaba la ayuda principal de Rusia, la más cercana de las potencias ya involucradas en la guerra contra Alemania y Austria-Hungría. Sin embargo, para fines de septiembre, el ímpetu de las últimas ofensivas rusas se había diluido y Rusia empezaba a transitar el camino final hacia la revolución. En lo militar, las tropas austrohúngaras toman Sibiu, en la Transilvania, el 29 de septiembre. La ciudad había sido ocupada en los primeros días de la ofensiva rumana, que tomó a los Imperios Centrales mal parados, pero estuvo lejos de tener un éxito decisivo. Alemania reaccionó rápido, con el nombramiento de Erich von Falkenhayn como Comandante en Jefe del 9º Ejército, destinado al frente rumano, luego de ser removido de su cargo de Jefe de Estado Mayor en el Frente Occidental. Antes de que acabara octubre, las tropas rumanas estarían de regreso en las posiciones de salida de su fracasada ofensiva.

Más al sur, en Creta, Eleftherios Venizelos y el almirante Paul Condouriotis forman oficialmente un gobierno griego independiente, rival de aquél que está en Atenas, bajo la obediencia del Rey Constantino. Es el “cisma nacional”, que tanta desunión llevará a la vida cívica helena, hasta después de la Segunda Guerra Mundial.

En el Frente Occidental, la Batalla del Somme está en un momento especialmente activo. Apenas ha terminado la ofensiva de Flers-Courcelette, que ha visto a los tanques por primera vez en acción, y la Entente quiere aprovechar que tiene la iniciativa. El 25 de septiembre, los británicos lanzan la Batalla de Morval, contra el sector guardado por el 1er. Ejército Alemán. El propósito del ataque era conseguir los objetivos que no pudieron lograrse con las acciones de Flers-Courcelette. Al comienzo, la ofensiva tuvo buenos progresos, especialmente luego de que se lanzara un ataque similar en las alturas de Thiepval. Sin embargo, el empeoramiento del clima redujo las ventajas de los atacantes y favoreció a la defensa alemana.

El 26 de septiembre, también en el marco de la Batalla del Somme, los franco-británicos lanzana la Batalla de Thiepval. El sector estaba bien fortificado por los alemanes, que defendieron cada palmo de terreno con porfía. A medida que pasaron las horas desde el lanzamiento del ataque, la coordinación entre infantes y artillería se hizo más difícil, a medida que las tropas atacantes se adentraban en el laberinto de las trincheras y de los cráteres de artillería. A los pocos días, la ofensiva perdió fuerza y sus objetivos se conseguirían luego de varias semanas de dura lucha, durante la llamada Batalla de las Alturas de Ancre, lanzada el 1 de octubre por los británicos.

La Entente también lanzó una ofensiva en Le Transloy, que sería el último ataque del 4º Ejército Británico en el Somme. La acción fue coordinada con avances del 10º y 6º Ejércitos Franceses y el Ejército de Reserva de la “BEF”. Fue un momento de recuperación de los alemanes, que lo habían pasado mal en las últimas semanas. Fueron capaces de reemplazar las tropas más cansadas y llevaron hasta el sector más artillería, municiones y aviones, retirados desde el frente de Verdún y de otras áreas del Frente Occidental. Los nuevos “Albatros” germanos restablecieron el equilibrio en la guerra aérea y el mando de la “Fliegertruppen” (“Cuerpo Aéreo”) quedó centralizado en la nueva “Deutsches Luftstreitkräfte” (“Fuerza Aérea Alemana”). Con el invierno acercándose, los momentos de buen clima se hacían cada vez más escasos y, cuando se producían, los aviadores alemanes se las arreglaban para evitar que los observadores aéreos franco-británicos pudieran cumplir con su tarea de observación artillera, tan importante para toda acción ofensiva. La Batalla de Le Transloy, desarrollada entre el 1 y el 18 de octubre, tuvo un resultado indeciso, pero influyó en el éxito de las ofensivas lanzadas por Francia en Verdún a fines del mismo mes.

En general, septiembre fue un mes muy difícil para los alemanes, especialmente en el Frente Occidental. Habían tenido que retirar muchos efectivos desde Verdún, para hacer frente a los ataques lanzados por franceses y británicos en el Somme. Sin embargo, octubre volvería a complicar las cosas para estos últimos, que no pudieron repetir en octubre los éxitos de septiembre. El comienzo de la neblina y las lluvias otoñales contribuían a una serie de factores que favorecían la defensa de las trincheras alemanas. Mientras las botas de los infantes se atascaban en mares de barro, el terreno lodoso se resblandecía tanto, que algunas bombas de artillería no explotaban al llegar al suelo, disminuyendo el efecto de las preparaciones artilleras, en las que tanto confiaron los ejércitos atacantes durante la Gran Guerra.

En la fotografía, tropas británicas abandonan sus trincheras para tomar posiciones de ataque, en algún momento de la Batalla de Morval, en septiembre de 1916.




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