Hace 75 años. 26 de febrero de 1942. Segunda Guerra Mundial. ABDACOM
Hace 75 años
26 de febrero de 1942
Segunda Guerra Mundial
ABDACOM
El 20 de febrero de 1942 es un día desastroso para los Aliados en la
Batalla del Atlántico. A 100 kilómetros de la costa de Virginia, el transporte
“Azalea”, de bandera estadounidense, es hundido por el submarino alemán
“U-432”, llevándose al fondo del mar a sus 38 tripulantes. Ese mismo día, al
frente de Trinidad, el “U-129” echó a pique el mercante noruego “Nordvangen”,
mientras que el “U-156” dañaba seriamente al carguero estadounidense
“Delpiata”. También hay submarinos italianos operando a este lado del
Atlántico, entre otros, el “Torelli”, que manda al fondo del mar al carguero
británico “Scotish Star”, a 770 millas
marinas al este de Martinica. Junto con otros tres submarinos italianos, el
“Torelli” inicia una operación ofensiva que hundirá catorce embarcaciones
adversarias en un lapso de cuatro días.
El general Erwin Rommel es nombrado comandante del “Heeresgruppe Afrika”,
el “Grupo de Ejércitos África”, dejando todos los recursos del Eje en la región
bajo su mando. La suerte de su campaña se libra en grandes batallas de tanques,
sobre las ardientes arenas saharianas, pero también en las aguas del
Mediterráneo, cuyo dominio garantiza el adecuado suministro a los ejércitos en
combate. El mismo día 23 de febrero, en que Rommel recibe su nuevo
nombramiento, un gran convoy germano-italiano que se dirige a Libia, es atacado
por el submarino británico “HMS P-38”, pero éste es detectado por la lancha
torpedera italiana “Circe”, que lo hunde con cargas de profundidad.
En el frente ruso, prosigue la contraofensiva soviética de invierno,
mientras los alemanes emplean todos los medios a su alcance para entorpecer el
avance del Ejército Rojo. El 20 de febrero, un solitario bombardero alemán
“Heinkel He-111”, comandado por el teniente Hansgeorg Bächter, hunde un
carguero de 2.000 toneladas que navegaba por el Mar Negro, llevando suministros
a la guarnición soviética de Sebastopol, en Crimea.
En Birmania, el 20 de febrero, los japoneses atacan las posiciones que
sostienen los restos de las brigadas 16ª y 46ª del Ejército de la India
Británica, en Kyaikto. La rápida ofensiva nipona retrasa la retirada del
ejército defensor, causando caos. Para empeorar las cosas, las columnas indias
son confundidas con japoneses desde el aire y reciben nutrido fuego de su
propia aviación. Y la confusión se empeora luego de que el cuartel general
pierda sus equipos de radio en el desorden de la retirada.
El 22 de febrero, el Presidente de Filipinas, Manuel Quezón, es evacuado
en el submarino estadounidense “USS Swordfish”. Ese mismo día, el Presidente
Franklin D. Roosevelt ordena personalmente al general Douglas MacArthur que
deje el archipiélago de las Filipinas, cuya caída total en manos japonesas
parece inminente. Roosevelt sabe que, por el momento, no puede hacer nada para
evitar la derrota en las Filipinas, pero no piensa dejar que un comandante
experimentado languidezca prisionero de los japoneses. Éstos están en el auge
de su expansión y consiguen incluso atacar el territorio continental americano
de Estados Unidos, cuando el submarino japonés “I-17” emerge frente a
California y dispara con su cañón de cubierta sobre una refinería de petróleo
cerca de Santa Bárbara, en una acción con pocos efectos prácticos, pero cargada
de simbolismo.
Los japoneses siguen dueños de la iniciativa en todos los frentes. En las
Indias Orientales Holandesas, el 25 de febrero, zarpa una gran flota de
invasión desde Balikpapan, en Borneo, con destino a la isla de Java, la última
barrera entre el Pacífico y el Índico, que parece estar a punto de convertirse
en campo de batalla. La agrupación nipona está compuesta por 41 transportes y
la escoltan 5 cruceros y 16 destructores. Es la antesala de una serie de duras
batallas que tendrán lugar en Java y en las aguas que la rodean.
El 25 de febrero, el general Archibald Wavell renuncia a la jefatura del
“ABDACOM” (“American-British-Dutch-Australian Command”, “Comando
Americano-Británico-Holandés-Australiano”), un comando combinado aliado,
organizado apresuradamente al inicio de la guerra con Japón, para intentar dar
alguna coherencia a las escasas fuerzas que quedaron a disposición de los
Aliados, luego de los ataques devastadores con que las fuerzas imperiales
japonesas abrieron su ofensiva en diciembre de 1941. El ABDACOM tenía la
difícil misión de mantener la “Barrera Malaya”, una línea imaginaria que partía
en Singapur y terminaba al sur de las Indias Orientales Holandesas. El objetivo
principal era mantener el control aliado del Índico, evitar amenazas a la India
desde el mar y negar a los japoneses una aproximación a Australia desde el
oeste. La aplastante superioridad japonesa a principios de 1941 convertía la
tarea de Wavell en un encargo con pocas posibilidades de éxito. El comando
además debía encargarse de la defensa de Birmania y coordinar las fuerzas de
cuatro naciones que nunca habían operado juntas, ni siquiera en entrenamiento, para
detener a la que, en ese momento, era la marina más poderosa del mundo.
Las prioridades nacionales de los aliados del ABDACOM eran disímiles y
hasta contradictorias. Los británicos estaban preocupados de mantener Singapur,
los holandeses querían defender su imperio insular, los australianos temían por
una invasión en su suelo y estaban muy comprometidos en la campaña
norteafricana, de modo que tenían pocos recursos militares a la mano; mientras
que Estados Unidos estaba concentrado en intentar conservar el control de las
Filipinas y en reponer su presencia naval en el Pacífico, que había sido
prácticamente barrida por el ataque japonés de Pearl Harbor.
Una serie de derrotas de los Aliados entre diciembre de 1941 y febrero de
1942 dislocó el ABDACOM, que dejaría de existir para todos los efectos, luego
de ocurridas las aplastantes victorias japonesas en Java, en febrero- marzo de
1942.
En la fotografía, dos hombres con grandes responsabilidades, que contaban
con muy escasos recursos para afrontarlas a inicios de 1942. Al centro, el
general británico, Archibald Wavell, jefe del ABDACOM y el Comandante en Jefe
del Real Ejército de las Indias Orientales Holandesas, general Hein ter Poorten,
a su derecha.
Etiquetas: Guerras Mundiales, Historia
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home