sábado, 7 de mayo de 2016

Hace 100 años. 8 de mayo de 1916. Primera Guerra Mundial

Hace 100 años
8 de mayo de 1916
Primera Guerra Mundial

Apenas apagados los ecos del “Alzamiento de Pascua”, se inician en Irlanda una serie de cortes marciales, para enjuiciar a los involucrados en el movimiento. Los británicos arrestaron a más de 3.500 personas a partir del 2 de mayo de 1916. La mayoría fue liberada, pero 90 de los detenidos fueron ejecutados, luego de ser condenados a muerte en juicios carentes de las mínimas condiciones necesarias para un debido proceso. La mayoría de los irlandeses, especialmente los dublineses que habían sufrido las consecuencias de la lucha, admiraban el valor de los rebeldes, pero no sentían simpatía por ellos, en tanto habían provocado una rebelión muy destructiva, sin mayores resultados prácticos. Sin embargo, la respuesta británica a la rebelión fue convertir Irlanda, de hecho, en un país bajo régimen de ocupación militar, con un ambiente de represión generalizada y, a menudo, indiscriminada. El movimiento “Sinn Féin” (“Nosotros” en gaélico irlandés) fue singularizado por las autoridades británicas como el principal responsable del alzamiento y aunque ello no era del todo exacto, bajo su nombre se agrupó la mayoría de los movimientos políticos irlandeses y la mayoría de la opinión pública, que terminaron convencidos de que la única solución para Irlanda era la independencia total del Reino Unido.

En los días 3, 4 y 5 de mayo, los alemanes pierden 3 dirigibles enviados a bombardear las Islas Británicas. La pérdida de tres aeronaves en tres jornadas seguidas, reforzaba la idea de que el reinado de los “zeppelines” llegaba a su fin. El dirigible desempeñará un rol importante hasta el final de la guerra, pero irá cediendo protagonismo al bombardero como arma de ataque.

En los Balcanes, el 7 de mayo de 1916, el gobierno serbio en el exilio se instala en Salónica, Grecia. Los restos del Ejército Serbio seguirán combatiendo al lado de la Entente y aportarán su sangre y valor para conseguir la victoria sobre los Imperios Centrales.

En Verdún, prosigue la carnicería. El fracaso de los ataques alemanes de abril llevó al alto mando a requerir informes de los comandantes de cuerpo del 5º Ejército, que unánimemente deciden continuar la batalla. Las condiciones son, no obstante, muy difíciles. La infantería alemana estaba siempre expuesta al fuego de artillería francesa y las líneas de comunicación con la retaguardia eran muy vulnerables, sufriendo bajas constantes. Las posiciones defensivas eran difíciles de preparar para los alemanes, ya que el masivo bombardeo de su propia artillería había destruido todo lo que sirviera como cobertura al comienzo de su ofensiva, de modo que las tropas casi nunca tenían donde guarecerse de la lluvia de fuego con que eran recibidos por los franceses. La mayoría de los jefes alemanes pensaba que sólo avanzando sería posible encontrar terreno apropiado para defender y consolidar. Para los generales alemanes, la alternativa era simple: o continuaban el avance o retrocedían a las líneas iniciales de febrero. El mando alemán retornó a la idea de los ataques en amplios frentes, con objetivos ilimitados. Para fines de abril, el general Von Falkenhayn ordenó el despliegue de 21 divisiones de refuerzo para Verdún, venidas desde las reservas, además de tropas retiradas desde el Frente Oriental que, en esos momentos, estaba tranquilo.

El alto mando alemán alentaba en Verdún el uso de tropas de asalto (“Stosstruppen”), en unidades compuestas de dos escuadras de infantería y una de ingenieros, armadas con armas automáticas, granadas de mando, lanzallamas y morteros de trinchera, encargadas de avanzar al frente del cuerpo principal del ejército y neutralizar los nudos de resistencia que sobrevivieran a los ataques iniciales de artillería. Si los puntos fuertes resistían más de lo esperado, las tropas de asalto debían pasarlos por alto, dejarlos para las tropas que los seguían y proseguir su ataque. Éstas y otras innovaciones tuvieron, sin embargo, menos efecto del esperado, porque la mayor parte de las bajas alemanas eran causadas por las artillería enemiga, más que por los emplazamientos defensivos de la infantería francesa que era también, en todo caso, muy peligrosa.

En la fotografía, soldados alemanes improvisan una posición defensiva usando una ametralladora, durante la Batalla de Verdún. La propia artillería alemana, así como las piezas francesas que han devuelto sus cortesías, han transformado el campo francés en un paisaje lunar, donde no es fácil encontrar donde cubrirse.






Etiquetas: ,