Hace 100 años. 8 de mayo de 1916. Primera Guerra Mundial
Hace 100 años
8 de mayo de 1916
Primera Guerra Mundial
Apenas apagados los ecos del “Alzamiento de Pascua”, se inician en
Irlanda una serie de cortes marciales, para enjuiciar a los involucrados en el
movimiento. Los británicos arrestaron a más de 3.500 personas a partir del 2 de
mayo de 1916. La mayoría fue liberada, pero 90 de los detenidos fueron ejecutados,
luego de ser condenados a muerte en juicios carentes de las mínimas condiciones
necesarias para un debido proceso. La mayoría de los irlandeses, especialmente
los dublineses que habían sufrido las consecuencias de la lucha, admiraban el
valor de los rebeldes, pero no sentían simpatía por ellos, en tanto habían
provocado una rebelión muy destructiva, sin mayores resultados prácticos. Sin
embargo, la respuesta británica a la rebelión fue convertir Irlanda, de hecho,
en un país bajo régimen de ocupación militar, con un ambiente de represión
generalizada y, a menudo, indiscriminada. El movimiento “Sinn Féin” (“Nosotros”
en gaélico irlandés) fue singularizado por las autoridades británicas como el
principal responsable del alzamiento y aunque ello no era del todo exacto, bajo
su nombre se agrupó la mayoría de los movimientos políticos irlandeses y la
mayoría de la opinión pública, que terminaron convencidos de que la única
solución para Irlanda era la independencia total del Reino Unido.
En los días 3, 4 y 5 de mayo, los alemanes pierden 3 dirigibles enviados
a bombardear las Islas Británicas. La pérdida de tres aeronaves en tres
jornadas seguidas, reforzaba la idea de que el reinado de los “zeppelines”
llegaba a su fin. El dirigible desempeñará un rol importante hasta el final de
la guerra, pero irá cediendo protagonismo al bombardero como arma de ataque.
En los Balcanes, el 7 de mayo de 1916, el gobierno serbio en el exilio se
instala en Salónica, Grecia. Los restos del Ejército Serbio seguirán
combatiendo al lado de la Entente y aportarán su sangre y valor para conseguir
la victoria sobre los Imperios Centrales.
En Verdún, prosigue la carnicería. El fracaso de los ataques alemanes de
abril llevó al alto mando a requerir informes de los comandantes de cuerpo del
5º Ejército, que unánimemente deciden continuar la batalla. Las condiciones
son, no obstante, muy difíciles. La infantería alemana estaba siempre expuesta
al fuego de artillería francesa y las líneas de comunicación con la retaguardia
eran muy vulnerables, sufriendo bajas constantes. Las posiciones defensivas
eran difíciles de preparar para los alemanes, ya que el masivo bombardeo de su
propia artillería había destruido todo lo que sirviera como cobertura al
comienzo de su ofensiva, de modo que las tropas casi nunca tenían donde guarecerse
de la lluvia de fuego con que eran recibidos por los franceses. La mayoría de
los jefes alemanes pensaba que sólo avanzando sería posible encontrar terreno
apropiado para defender y consolidar. Para los generales alemanes, la
alternativa era simple: o continuaban el avance o retrocedían a las líneas
iniciales de febrero. El mando alemán retornó a la idea de los ataques en
amplios frentes, con objetivos ilimitados. Para fines de abril, el general Von
Falkenhayn ordenó el despliegue de 21 divisiones de refuerzo para Verdún, venidas
desde las reservas, además de tropas retiradas desde el Frente Oriental que, en
esos momentos, estaba tranquilo.
El alto mando alemán alentaba en Verdún el uso de tropas de asalto
(“Stosstruppen”), en unidades compuestas de dos escuadras de infantería y una
de ingenieros, armadas con armas automáticas, granadas de mando, lanzallamas y morteros
de trinchera, encargadas de avanzar al frente del cuerpo principal del ejército
y neutralizar los nudos de resistencia que sobrevivieran a los ataques
iniciales de artillería. Si los puntos fuertes resistían más de lo esperado,
las tropas de asalto debían pasarlos por alto, dejarlos para las tropas que los
seguían y proseguir su ataque. Éstas y otras innovaciones tuvieron, sin
embargo, menos efecto del esperado, porque la mayor parte de las bajas alemanas
eran causadas por las artillería enemiga, más que por los emplazamientos
defensivos de la infantería francesa que era también, en todo caso, muy
peligrosa.
En la fotografía, soldados alemanes improvisan una posición defensiva
usando una ametralladora, durante la Batalla de Verdún. La propia artillería
alemana, así como las piezas francesas que han devuelto sus cortesías, han
transformado el campo francés en un paisaje lunar, donde no es fácil encontrar
donde cubrirse.
Imagen tomada de http://i.f1g.fr/media/figaro/805x453/2016/02/19/XVM48af2b7a-d71c-11e5-9a56-4bd5632db99f-805x453.jpg

Etiquetas: Guerras Mundiales, Historia
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home