domingo, 2 de agosto de 2015

Hace 75 años. 2 de agosto de 1940. Segunda Guerra Mundial



Hace 75 años

2 de agosto de 1940
Segunda Guerra Mundial

El 27 de agosto de 1940, el Presidente de Estonia, Kosntantin Päts, es arrestado por los soviéticos y deportado. La horrenda tiranía comunista ahogaría a Estonia hasta recuperar su independencia en 1990.

En Luxemburgo, los ciudadanos exhiben prendedores con los colores nacionales del Gran Ducado, desafiando a las autoridades de ocupación, que intentaban asimilar el pequeño territorio bajo la sombra ideológica del nazismo. Es lo que conoce como la “Guerra de los Prendedores”.

El 1 de agosto, a casi un año de la firma del Pacto Germano-Soviético, el Ministro de Relaciones Exteriores soviético, Vyacheslav Molotov, en un discurso, reafirma la alianza entre ambas tiranías totalitarias y amenaza a Gran Bretaña y a Estados Unidos. También afirma el hecho consumado de las fronteras soviéticas moviéndose hacia el Báltico.

Este mismo 1 de agosto, la “Regia Marina Italiana” empieza a operar algunos de sus submarinos desde la base BETASOM, en Burdeos, uniéndose así a la Batalla del Atlántico. Para los submarinos alemanes, es el llamado “Tiempo Feliz”, cuando causan grandes pérdidas a las líneas de comunicación del Imperio Británico.

Convencido de que Gran Bretaña sólo accederá a negociar si era forzada a ello, Hitler ordena a la “Wehrmacht” fijar para el 15 de septiembre el inicio de la “Operación León Marino”, es decir, la invasión de las Islas Británicas. El Reino Unido ha quedado solo en Europa tras la rendición de Francia. No tiene posibilidades físicas de contraatacar, pues su ejército perdió casi todo su equipo en la Campaña de Francia. Por otro lado, cuenta con la marina más poderosa del mundo y su aviación ha aprovechado las semanas que han pasado desde la caída de Francia para reponer los aparatos perdidos en batalla. Si los alemanes quieren obligar a los británicos a sentarse a la mesa de negociaciones, deben controlar los aires sin contrapeso, para poder mantener a raya a la marina británica y así mantener abierto un corredor para una eventual flota de invasión, que transporte al Ejército Alemán, encargado, en última instancia de conquistar Gran Bretaña. El gobierno británico, dirigido por Winston Churchill, está determinado a resistir hasta la última bala, pero sabe que su pueblo tendrá que hacer enormes sacrificios en aras de obtener la victoria final.

Si Gran Bretaña se hubiera doblegado en 1940, Europa entera habría quedado entre las garras de las dos más crueles tiranías ideadas por el ser humano: el nazismo y el comunismo. Es seguro que ambas ideologías habrían terminado en guerra y al imponerse una sobre la otra, dominando todo el continente, se habría hecho muy arduo para los británicos intentar posteriormente una liberación de Europa. Sin Gran Bretaña en el cuadro, era poco probable también que Estados Unidos se involucrara en liberar Europa, sobre todo con la amenaza expansionista japonesa en el Pacífico y, a la larga, con Eurasia dominada por un poder tiránico y hostil, seguramente el mismo territorio continental estadounidense se habría visto amenazado y hostigado.

Las posibilidades de preservar la democracia representativa occidental descansaban en los hombros de un puñado de pilotos de la “RAF” y en las alas de sus “Hurricane” y “Spitfire”. En la imagen una representación artística del pintor William Phillips. Una mujer, montada en su bicicleta, en algún lugar de Inglaterra del sur, se detiene a observar el paso de los Spitfire del Escuadrón 92, mientras vuelan hacia el peligro, hacia la gloria y, tal vez, hacia la muerte.

Imagen tomada de la presentación “Awesome Aviartion Art WW2”


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