domingo, 25 de diciembre de 2016

Hace 75 años. 25 de diciembre de 1941. Segunda Guerra Mundial. “Hombres rana” italianos

Hace 75 años
25 de diciembre de 1941
Segunda Guerra Mundial

“Hombres rana” italianos

El 19 de diciembre de 1941, Adolf Hitler oficializa la destitución del general Walther von Brauchitsch como Comandante en Jefe del Ejército y se nombra él mismo en el puesto, con la promesa de “educarlo en el Nacionalsocialismo”. Una de las primeras órdenes impartidas por Hitler desde su nueva posición fue negar la retirada de las tropas alemanas que resisten la contraofensiva rusa en el Frente Oriental. Miles de soldados alemanes fueron condenados a morir en sus posiciones, sin posibilidad de maniobrar en retirada. El mismo día 19, el Colegio Militar Soviético vuelve a Moscú, luego de haber sido evacuado a Orenburg en los días más comprometidos del avance alemán sobre la capital marxista.

En el Oeste, la guerra aérea contra Gran Bretaña tampoco va bien para Alemania. En un atrevido ataque diurno, 41 bombarderos británicos atacan Brest el 19 de diciembre. Como resultado de la incursión, las compuertas del dique en que estaba estacionado el acorazado alemán “Scharnhorst” quedaron tan dañadas, que el poderoso navío germano quedó confinado al puerto durante todo un mes.

En el Pacífico, la iniciativa la tiene Japón. Los tres acorazados estadounidenses capaces de flotar, luego de ataque a Pearl Habor, son evacuados al territorio metropolitano de Estados Unidos, para ser reparados. La única amenaza a la supremacía japonesa son los portaaviones de la “US Navy”, que no tiene un solo acorazado desplegado en todo el teatro de operaciones. Gran Bretaña perdió sus únicos dos buques capitales en los primeros días de campaña y Holanda nunca ha tenido nada más poderoso que un crucero ligero en su marina. Los restos de las tres marinas aliadas, a pesar de la inferioridad numérica y de las muchas derrotas encajadas en esos terribles primeros meses de lucha, se mantendrán como una fuerza activa de combate y presentarán batalla a los japoneses siempre que puedan.

El 22 de diciembre, a las 20.00 hrs., los japoneses desembarcan 90 tanques y 45.000 soldados en la isla de Luzón, Filipinas. El general Doouglas MacArthur sabe que no tiene recursos para detener a los invasores, de modo que notifica a los altos mandos en Washington DC su decisión de declarar Manila, capital del archipiélago, una ciudad abierta, para así reservar sus tropas para más adelante y evitar a la población civil los sufrimientos de una batalla callejera imposible de ganar. A partir del día siguiente, MacArthur inicia la retirada hacia Bataán.

El 25 de diciembre, los japoneses consiguen otro éxito en el Pacífico. Ese día de Navidad, el gobernador británico de Hong Kong, sir Mark Young, y el jefe de las fuerzas británicas, general Christopher Maltby, deciden la rendición de la colonia, que firman luego en un hotel, convertido en cuartel general de las tropas atacantes.

El 19 de diciembre de 1941, en una atrevida operación, un grupo de “hombres rana” italianos dañan y dejan fuera de combate dos acorazados británicos surtos en el puerto de Alejandría. El 3 de diciembre, el submarino “Scirè”, de la “Regia Marina Italiana”, dejó la base naval de La Spezia, equipado con tres “torpedos humanos”, que los marinos italianos llamaban “maiali”, “cerdos”. Poco después, el submarino pasó por la isla de Leros, en el Egeo, donde recogió seis buzos destinados a tripular las pequeñas naves. Los buzos debían montarse sobre el torpedo y conducirlo hasta el blanco, generalmente una embarcación enemiga. Británicos e italianos fueron los que hicieron uso más abundante de este tipo de arma, especialmente en la Batalla del Mediterráneo.

Aunque todos fueron capturados, los comandos italianos consiguieron colocar minas magnéticas en el casco del tanquero noruego “Sagona” y de los acorazados británicos “Queen Elizabeth” y “Valiant”. El “Sagona” perdió gran parte de su popa y la explosión dañó al destructor británico “Jarvis”, que estaba a su costado. Los dos acorazados estuvieron en reparaciones lo bastante como para que, durante la primera mitad de 1942, la marina italiana gozara de superioridad en el Mediterráneo central y oriental.

Abajo, una representación artística, que muestra a los “maiali” alejándose del “Scirè”, para dirigirse hacia sus blancos.




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