Poema de Navidad número 7
A la sombra de un
pesebre de tamaño natural,
al centro de una
plaza, en medio de la ciudad,
cuando ya es casi de
noche y el día se acaba ya,
un hombre viejo y muy
pobre hace rato se fue a sentar.
Su rostro arrugado y
tostado vuelto hacia el Belén está,
su ropa, muy sucia y
muy rota, ya no sirve para abrigar
un cuerpo cansado y
enfermo, deshecho por tanto vagar,
que ya son muchas
navidades que ha pasado sin hogar.
En cada Nochebuena,
vuelve el viejo al mismo lugar,
para hablar con la
Virgen María, a quien no para de mirar,
para ver si ella puede
decirle, para ver si le puede explicar,
por qué en este mundo es
tanta, tantísima la soledad.
Mira también al Niño
Divino, para luego ponerse a rezar,
y sonríe mirando al
Niñito, que parece invitarlo a pasar,
y sumarse a las otras
figuras que, sentándose en el pajar,
al Rey de Reyes
rodean, como espléndida corte real.
Ese viejo, te digo,
soy Yo, que tu puerta he venido a tocar,
al igual que en Belén
hace tanto, buscando un lugar donde estar,
pues el pobre, el
triste y el solo, al que ignoras, a veces, no es tal;
es la imagen en que yo
disfrazo a mi esencia infinita inmortal,
que si en todas las
misas me vuelvo un pequeño pedazo de pan,
también puedo
volverme, si quiero, un pobre viejo, sin techo, ni hogar.
Y si acaso, andando en
la vida, mi designio te hace encontrar
esta imagen sufriente
que asumo en lo oscuro y en la soledad,
no me ignores como el
posadero, que nos dijo: “¡no tengo lugar!”,
sé más bien como el
asno y la vaca, que compartieron conmigo el pajar.
Soy Jesús, Niño Dios,
que he querido a tu alma venir hoy a hablar;
estas son mis ideas de
amor, no del tonto que sabe apretar,
los botones de un
viejo teclado donde yo le he mandado copiar,
estos versos a mi
siervo inútil, lento y tonto, llamado Germán,
que escribir algo
bueno, a veces, es lo único de lo que es capaz
y, tal vez, como burro
en pesebre, puede un poco también rebuznar,
y es tan lerdo ese
pobre borrico, que lo único que pudo aportar
fue una frase ya muy
repetida, con muy poco de original,
que incluyó al final
de estos versos, donde ahora la viene a agregar:
¡TENGAN TODOS, MIS
SERES QUERIDOS, UNA MUY, MUY FELIZ NAVIDAD!
De parte de Andy, Raúl, María Fernanda
y Germán.
Diciembre 2016
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